Además del trabajo de oficina, la familia, amigos, la rutina, el gimnasio, y todo lo que uno pone en la balanza cada semana… Además de todo eso…hace aproximadamente un mes, por fin encontré el tiempo y comencé un diplomado de certificación como instructora de Yoga afiliado a Yoga Alliance USA.

Durante este tiempo inicial del curso he reafirmado la importancia de conocerse a uno mismo, de intentar estar en sintonía con lo que uno dice-hace y quiere en la vida. Hay quienes tendrán su propio método para llegar a esto, a través del mindfulness, su religión, o alguna otra actividad muy personal.

Para mí, la clave de estar en esa búsqueda constante es el bienestar… seguir intentando aprender y resolver. En mi caso, necesito vivirlo para estar en paz conmigo y mi entorno. Obviamente es complicado hacerlo sola, por eso me apoyo en mis amigos, familia y otras personas con quienes puedo coincidir en el tema.

Yoga ha sido una plataforma que, hasta el momento, siento que me sirve de una forma diferente para respirar a conciencia, encontrar equilibrio, fuerza y balance en mente, cuerpo y alma. Requiere un gran trabajo permitirme vivir una experiencia distinta y seguir algunas técnicas de cómo soltar, cómo dejar ir lo que no me aporte algo bueno, pero también reconocer dónde quedarme…

Esto no se me ocurrió a mí, ya que, está comprobado que algunos de los beneficios de esta práctica son que ayuda a reducir el estrés y ansiedad, disminuye la inflamación y lesiones musculares. Ayuda a mejorar la salud cardíaca. Reduce el dolor crónico y mejora la habilidad del sueño. 

Incrementa la flexibilidad, el balance, y la respiración,  así como el fortalecimiento de los músculos, entre otros. Lo anterior es sólo un ejemplo de los beneficios notables, sin olvidar el cambio e impacto positivo en el estado de ánimo y en cómo percibes tu entorno, día a día.

Hablando de estas técnicas, me gustaría agregar un fragmento que un gran amigo me compartió; son 4 leyes de la espiritualidad:

  • La persona que llega es la correcta.
  • Como sucedió es la única forma en que pudo haber pasado.
  • El momento para iniciar siempre es el correcto.
  • Cuando algo termina. Termina.  

Al leer, escuchar, o repetir cada una de estas frases te das cuenta que no se necesita profundizar mucho para entenderlas ni para aplicarlas en nuestras experiencias y reconocer que en esta vida, todo pasa, y es tan impredecible que lo mejor es encontrar la forma de estar en equilibrio contigo y así sobrellevar lo demás con los recursos que tengas y haciendo una combinación que funcione para ti.  

“Ese rollo de encontrarse a uno mismo” como alguien me dijo, es lo más sano que podemos hacer por nuestra salud, estabilidad física, mental y emocional. Aunque para mí, más que rollo es un estilo de vida. Es agregarle valor a cada momento, ser perceptivos de nuestro alrededor e intentar vivir con más tranquilidad y valorar dónde estamos. Al menos a mí me funciona para encontrar paz, por ello les comparto esta reflexión.

Si nos abrimos un poco a nuevas experiencias, damos un paso hacia delante y caminamos de la mano de alguien de confianza, es casi seguro que podremos sentir la diferencia, aceptar realidades y mucho más… Todo lo que hagas por ti siempre vale la pena.   

Por mi parte, seguiré asistiendo al diplomado y esperemos pronto ya pueda estar impartiendo algunas clases, ayudar a difundir esta práctica y compartir lo aprendido.  Todo a su tiempo.

Y tú, ¿Ya has practicado Yoga? ¿Qué te funciona más, cómo encuentras o recuperas ese equilibrio personal?