Adiós al 2019: Cerramos el año recordando todo lo que sucedió y cómo fue el desenlace de nuestras decisiones. Por mi parte, doy gracias por este gran año. Con altas y bajas, con buenos momentos y otros que no lo fueron tanto. Sin embargo, me quedo con los más increíbles…
Agradezco por las personas que me acompañaron, por los que me dieron nuevas lecciones y por quienes me recordaron que siempre hay que seguir adelante. También por aquellos que ya no están pero dejan un vacío en el corazón. Doy gracias por quienes hoy se mantienen presentes y por quienes sé que seguirán conmigo mañana…
Lo que yo resaltaría de este año es el cambio de rutina, en una ciudad distinta. El apoyo incondicional de mi familia y los amigos que siguen presentes, pase lo que pase. No olvido los momentos en el escenario, la danza, el aprendizaje y enseñanza en Yoga y los proyectos propios. Y claro, tengo que mencionar una aventura más de la lista, gracias a un chico que me conquistó y que con sus ojos, su sonrisa y su cariño, se ganó mi confianza y mi corazón.
Pero sobretodo, lo más importante de este año, fue el esfuerzo y la capacidad de reconocer mis errores, de soltarme, de encontrar paz conmigo misma… De no tenerle tanto miedo al fracaso. Celebro la capacidad de poder aprender, una y otra vez.
Este 2019, cierro el año en casa, con mi familia, con una oportunidad más de compartir momentos juntos y de recargar energías para seguir creando y compartiendo nuevas experiencias.
Además, continúo feliz con este espacio donde escribo, y sigo manifestando mi sentir, mis ideas y locuras. Y a quien me lee, le estaré siempre agradecida por regalarme unos minutos de su tiempo.
Festejemos un nuevo día… otra oportunidad.
Por un nuevo año de momentos, historias, retos y muchas más sonrisas.
Por seguir en compañía de personas que solo nos hagan crecer, amar y compartir.
Por vivir en paz con nosotros mismos en cuerpo, mente y alma.
Por ser mejores.
¡Brindemos por este 2020!
¡Que venga siempre lo mejor! ¡Feliz año!