Hoy 24 de marzo del 2020, ¡es mi cumpleaños! 

Es un día que normalmente disfruto mucho. También aprovecho para, una vez más, agradecer que tengo salud, tengo trabajo, tengo a mi familia y personas especiales que aún en la distancia, están a mi lado. Así como también son bien recibidas todas las muestras de cariño, afecto, buenos deseos y demás. 

Doy gracias por esto, porque estoy consciente de que la situación actual nos hace repensar en lo que asumimos como seguro o lo que parecía ser cotidiano. 

Estas semanas he evitado salir, en la medida de lo posible, aplicando las prácticas de prevención del coronavirus (COVID-19). No voy a la oficina, ni al gimnasio o reuniones, ni muchas otras actividades que antes solía hacer. En otras palabras, solo intento no exponerme.

En esta situación que estamos viviendo, claramente hay muchos factores de los cuales, por mi parte, no tengo control. Pero hay muchos otros en los que sí puedo influir, por ejemplo: mi actitud. 

Cómo reacciono ante cada uno de estos nuevos obstáculos, cómo controlo mi estado de ánimo, cómo me mantengo activa y optimista, aún cuando el espacio o las condiciones sean limitadas. Pero claro, ¡tengo internet!  Vaya que en estos tiempos, eso es de gran ayuda. 

Quizá este día no sea como yo lo hubiera pensado. Definitivamente mis más recientes planes no se concretaron (por ahora). Pero la vida es incierta. Tanto así, que hace unos días estaba escalando en el pueblo de Tepoztlán, (y debo mencionar que sí llegué a la cima); y ahora estamos viviendo un estado de disrupción a nivel mundial que nadie imaginó. Todo está cambiando y lo hará aún más.

De cualquier forma, tenemos que adaptarnos y no perder la sonrisa.

Como decía mi abuelo Juan: “mientras haya vida, que todo fluya”. Así que hoy sonreiré porque he sido muy bendecida y afortunadamente puedo celebrar un año más de vida y muy feliz. 

Me falta mucho por hacer, conocer, aprender y muchas experiencias más por vivir y compartir. Esperemos que vengan muchos años más.

¡Feliz cumpleaños a mí!

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