Hoy escribo no solo por mi padre, sino por todas aquellas personas que recibirán una felicitación en este domingo. Por quienes inspiran, apoyan y proporcionan esa figura y crianza, para alguien más.
“Papá” no tiene que ser una persona de un género específico. La realidad es que una mamá, ya sea por decisión o situación, es también (y muchas veces) un papá. En otros contextos, un tío se vuelve esa figura de padre, en otras situaciones la abuela, incluso hasta hermanos o hermanas.
El día del padre, es realmente para quienes están ahí para enseñarnos, para criarnos, apoyarnos, motivarnos y para acompañarnos en esta vida tan desconocida y sorprendente.
Feliz día para ellas y ellos… Feliz día, a quienes reconocemos como “papá”.
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Feliz día a quienes se vuelven cocineros, magos, maestros, inventores y hasta lo imposible, intentando sacarnos una sonrisa.
Un reconocimiento especial para quienes con un abrazo traen la calma. A quienes les creemos un “todo estará bien”.
Gracias a quienes nos guían para aprender a trazar nuestro propio camino y entender que en las buenas y en las malas podremos mirar atrás y confiar en que estarán ahí para apoyarnos.
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Hoy es el día para reconocer que papá también se equivoca.
Habrá ocasiones en que en lugar de ayudarnos, seremos nosotros quienes tendremos que estar ahí para ellos.
Papá no es inmortal, aunque parezca alguien invencible.
Papá se ganó un pedacito de tu corazón.
Seguro que cuando te han dicho que hasta te comportas o te pareces a tu padre, sientes entre orgullo y cariño al escuchar aquello.
Papá se vuelve el primer número de teléfono a llamar cuando necesitas ayuda o consejo.
Papá tanto como mamá, es tu persona especial.
Sin importar, a quien reconozcas como tu padre, hazle compañía, agradécele, dedícale este día. Recuérdale por qué le llamas así o le reconoces como tal.
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En mi caso, este breve escrito es para mi papá: el oceanólogo, el licenciado, el mentor, el mejor parrillero, el mejor cocinero, (no le cuenten a mi mamá que dije eso último de la cocina).
Felíz día a mi guía.
Feliz día a quien me ha enseñado cómo defenderme, cómo se ve el amor y la confianza con una pareja, con una familia, con un amigo y con uno mismo.
Soy muy afortunada de tenerte en mi vida papá.
Espero que vengan muchos años más en los que pueda seguir aprendiendo de ti. Porque como dices: “lo más importante siempre es divertirse… y seguir aprendiendo”.
Gracias por apoyarme en mi danza, teatro, yoga, mis escritos, mis ideas y ocurrencias. Gracias por demostrarme que siempre hay que sonreír. Gracias por quedarte conmigo hablando hasta la madrugada. Por entenderme o por intentarlo. Por enseñarme a cuestionar, a buscar y solucionar. Gracias por creer en mí.
La lista es larga papá.
Te he aprendido tanto, te aprecio, te quiero de forma infinita y te admiro cada vez más. Gracias por ser mi papá. Por intentar ser el mejor ejemplo para tu familia. Por ser un gran ser humano, noble, perseverante, fuerte, con gran sentido del humor y siempre dispuesto a tomar cualquier reto y superarlo.
¡Feliz día al mejor papá de mi mundo!