Para la abuela Socorro,
siempre fuerte y bella.
Sabemos que te fuiste en paz:
Me dio gusto saber que estuviste acompañada hasta ese último respiro. Sé que cuidaron de ti con amor y paciencia.
Le agradecemos infinitamente a nuestros familiares, que más bien se convirtieron en ángeles terrenales al cuidarte en tu hogar.
Aunque tu cuerpo no respondía como antes y las palabras ya no surgían en el aire, sabemos que seguías reconociendo cada detalle frente a ti.
El contexto cambió:
No podemos disimular que todo sigue igual. Lo intentaremos, pero no es sencillo. Con el tiempo, aprenderemos a recordarte sin tristezas, sin derramar lágrimas y sin tantas emociones encontradas. Por ahora, lo seguimos asimilando.
Aún nos duele saber que no todos pudimos decirte adiós cara a cara.
Hablar en tiempo pasado:
Es extraño cambiar los verbos al hablar sobre ti o al citar tus célebres frases y anécdotas. En realidad, no queremos acostumbrarnos a eso.
Confieso que yo sentía que serías eterna. Pensaba que siempre estarías puntual por la mañana, en tu jardín. Regando tus plantas, cuidando tu casa, recibiendo a tus nietos y bisnietos con brazos abiertos.
Repartiendo sermones y lecciones para todos, desde tu mecedora favorita.
⋅⋅⋅
Nos vamos desvaneciendo:
La vida pasa y con ella, las personas y momentos compartidos también se van difuminando, esparcidos en la bruma.
Esto no significa olvidar. Significa aprender a vivir con los recuerdos.
Seguiremos avanzando:
En el corazón, llevamos a todos los que ya no están aquí presencialmente; y en la maleta, llevamos todos los recuerdos, aprendizajes, memorias y todo aquello que nos compartieron, tanto lo material como lo intangible.
⋅⋅⋅
Abuela:
Terminando este año, reflexiono con tu partida. Doy gracias por la vida, por los errores y aciertos que nos llevan hacia nuevas direcciones y aprendizajes.
Aún con estos cambios y con todo lo que está sucediendo en el mundo, termino el 2020 tranquila.
Hoy, como una forma de hablarte de nuevo, te escribo. Me despido de ti y te doy gracias por tantos años con la familia.
Mejor dicho… te doy gracias por haber formado a esta familia.
Tu presencia fue y será inigualable.
Definida por tu belleza, tu carisma, tu sentido del humor y tu disciplina.
Abuela: Eres, fuiste y serás única. Aquí y en el cielo.
Te queremos y te recordamos hoy
… y siempre.