Marzo siempre representa un mes especial para mí. Es el mes de mi cumpleaños y me hace reflexionar tanto de mi edad como de mis proyectos y crecimiento personal.
Hoy le dedico este escrito a mis mentores y amistades. Sin estas personas no tendría las experiencias y aprendizajes que hoy en día llevo conmigo.
Me gusta creer que el universo se encarga de llevarnos por distintas vías para sorprendernos y sacudirnos. Nos presenta conexiones que buscábamos, pero aún no estábamos seguros de cómo encontrar. Por ello, confío en que así es como he conocido a personas que jamás hubiera imaginado tendrían algo en común conmigo. Quienes se han vuelto parte de mi historia.
Que valioso es tener esas relaciones cercanas. Tanto los que fueron parte del camino, como quienes siguen actualmente en mi vida. Cada uno ha sido una pieza única e influyente en mis decisiones y vivencias. Algunas personas se convirtieron en mentores esenciales y otras en memorias atesoradas, llenas de agradecimiento.
Les recuerdo con aprecio especialmente a quienes me ayudaron ーa veces sin saberloー a llegar a distintos momentos de realización personal y profesional. No todos son finales felices y maravillosos, claro, pero lo importante es quedarse con lo bueno y aprender de los errores.
Te invito a seguir conmigo en este recorrido, ya sea lado a lado, o en la distancia. Sigamos compartiendo la vida y todo lo que venga con el universo, con las conexiones y con los caminos que no nos revelan a dónde vamos.
Hoy celebro un año más de vida. Hoy celebro también, a todas esas personas que me han ayudado a crecer, que me han orientado, apoyado, re-direccionado y también a quienes me han escuchado.
Sigamos compartiendo hoy… y mañana, y hasta que se nos acaben las palabras, las miradas… ¡y las historias!