Todo lo que he vivido en cuestión de trabajo, ha sido esencial en mi proceso de formación. Pienso que necesitaba ese recorrido para ser quien soy; y también, para valorar dónde estoy ahora.
El camino no ha sido siempre sencillo, pero aclaro, nunca he estado sola. Donde estaré mañana, será mejor que hoy, gracias a las personas que me rodean y me motivan.
Reflexionando sobre lo que uno aprende, a la buena o a la mala en los trabajos, hoy te comparto cinco lecciones generales. En mi opinión, son las más relevantes y algunas pueden aplicarse también a tu día a día.
1. Perder un trabajo no es el fin del mundo
Un despido, liquidación, renuncia forzada, término de contrato, ponle el nombre que quieras… Cuando prescinden de tus servicios o tu rol, no es el fin del mundo. Aunque va a parecer que sí.
¿Por qué parece el fin del mundo? Porque somos humanos, porque duele, porque uno no lo ve venir, ーy porque siempre sucede en el peor momento.
Es comprensible que toda la situación te dejará un sentimiento desagradable y te dará un golpe fuerte en el orgullo, (y en las finanzas también); pero créeme cuando te digo que quedará en el pasado.
Esto lo he vivido yo, y lo ha vivido muchísima gente; y siempre, y repito:
Siempre, llegará una nueva oportunidad.
Habrá ocasiones, en las que en realidad, te estarán haciendo un favor. ¡Ah! y para justificarlo ante tu próxima oportunidad laboral, no entres en detalles.
Tú sigue adelante. No te molestes con las personas involucradas, déjalo ir y no cargues con esos corajes. Baja a esas personas de tu carrito y sigue. Porque tu trabajo siempre hablará por ti.
Si eres una buena persona, si te preparas, si te enfocas en lo tuyo, los resultados llegarán por sí solos. Las personas que sepan valorarte, esas son únicamente las que importan.
Recuerda: No dudes de tu desempeño, ni tu valor. Porque un trabajo NO TE DEFINE.
2. Tu integridad va primero
No te quedes donde te traten mal. Ahí no es.
Tu integridad va primero.
Yo sé que hay situaciones donde por necesidad, mucha gente resiste, lo soporta, y tiene que pasar malos ratos. Pero si tienes la oportunidad de salir de un entorno tóxico, no lo pienses dos veces, ¡huye!
Nunca permitas que te traten mal, o te menosprecien; ni por parte de un compañero, ni un jefe/directivos, nadie. Ni siquiera cuando estés en una entrevista inicial. No toleres las faltas de respeto. Porque como en todo, a eso también se acostumbra uno. ¡Cuidado!
3. Establecer límites desde el principio
No hay tal cosa como el trabajo perfecto, ni mucho menos que en los trabajos “son una familia”. Los equipos de trabajo son eso: equipos de trabajo. A lo mucho, podría formarse una determinada comunidad. Pero no confundas roles.
Ni son tus amigos, ni son tu familia. No es un apoyo incondicional, sino, laboral. Porque la realidad es que si se diera la situación, sí podrán prescindir de ti… y no lo van a pensar dos veces. Porque todos somos necesarios, pero nadie es indispensable. *(Recuerda las lecciones anteriormente descritas).
Aunque si tienes la fortuna de conectar con algunas personas de tu trabajo, aprovéchalo. En mi caso aún al día de hoy tengo amistades ya de años, que surgieron de una oficina. Pero es importante saber delimitar relaciones laborales, no lo olvides.
4. Tu trabajo no es tu vida
Repite conmigo: Mi trabajo no es mi vida. Mi vida no es mi trabajo. ¿Ya lo entendiste Nemo?
Esas lealtades desmedidas por un trabajo, no es sano. Como en todo, los excesos nunca son buenos. Tu trabajo no es tu vida. No te define como persona, ni te representa, ni deberías dedicarle todo el día.
Sal, descansa, consume otro tipo de contenidos, diviértete, refresca la mente, el cuerpo, cuida tu salud, cuida tus círculos sociales y familiares. Cuídate tú. Quiérete tú.
Eres más que esa posición que cubres en el trabajo. Tienes muchísimo más que compartir y vivir. Así que recuerda pintar tu raya.
Límites sanos. Haz vida.
5. Una palabra: Empatía
Así como tú demandas respeto, tendrás que darlo. Todo ello que pedimos, hay que darlo de vuelta. También son personas con las que estás lidiando. Entonces, SÉ HUMANO.
¡Detente y escucha! Siempre escucha. Sobre todo, si estás en un entorno digital/remoto, tienes que ser doblemente sensible a lo que sucede detrás de pantalla. Ver la imagen completa, tomar perspectiva, escuchar y recordar que todos pasamos por lo mismo en esta vida.
Hay días difíciles, hay momentos de duda, hay familia, hay crisis con seres queridos o amistades, hay temas de salud, de ánimo, entre muchos más. Así que no olvides que la vida da vueltas, y que hay que ser buenas personas, hay que ser humanos; y cuidado con el ego.
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Sigue preparándote, mantente actualizado, cuida las relaciones profesionales, y cuida tu vida personal también.
Mantén tu base fuerte, mantén a tus personas de confianza cerca. Porque en los momentos de inseguridad, de retos; serán esas personas quienes te ayudarán a recordar tu valor, tus talentos, y tus logros. Porque a veces, y lo digo desde mi experiencia… A veces, de verdad perdemos el norte y se nos olvida lo bien que vamos, paso a pasito.
Pero hoy, aquí seguimos, buscándole… Siempre hacia adelante.
Hay situaciones que por más experiencia que tengas, no se hacen más fáciles. Pero habrá muchas otras, que como dicen, si les vas agarrando el rollo.
Así que hoy, celebro mi recorrido. Mis logros, mis aprendizajes, mis momentos turbulentos y dejo atrás todo lo que ya no suma. Hoy doy gracias, una vez más, porque sigo avanzando.
Te invito a acompañarme en el camino. No te detengas, sigue, sigue, sigue.
Nunca dejas de aprender. Te vas haciendo más ágil, más fuerte, con más seguridad, más sensibilidad, y todo eso, se añade a tu lista. A tus aventuras, anécdotas y risas.
Con toda sinceridad, te lo digo: He estado abajo y arriba también. Y sí, sí duele cuando vas de bajadita. Pero siempre vas en constante cambio. No lo olvides. Porque como dijo Newton, «todo lo que baja, ¡tiene que subir!» ¿O no es así?
Bueno… el punto es que estamos siempre en movimiento. ¡Puro pa’ lante!
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*EXTRA TIP: Si necesitas ayuda para actualizar tu currículum en inglés o español, prepararte para alguna entrevista profesional, o necesitas algún otro consejo para la búsqueda de nuevas oportunidades laborales, con toda confianza, ¡no dudes en escribirme!