Soy mujer y soy un mundo.
Soy un mundo de sentimientos, de retos, de logros, de miedos, de esfuerzos, de dudas, de anhelos, de risas, de amor, de historias… Soy mujer y soy un mundo de vida.
Soy mujer, y a veces también me cansa.
A veces me cansa tener que dar más, todo el tiempo. Tener que hacer ese extra para que me vean igual. Tener que luchar constantemente por recibir equidad, por ser vista capaz y fuerte. A veces también cansa seguir andando.
Soy mujer y no siempre me siento bien.
Cada mes, llega un momento donde me deshago, donde me canso más de lo normal, donde el ciclo llega, y es un cúmulo de síntomas que me dan vuelta en la cabeza, el cuerpo y en todo mi ser. Es ese mismo ciclo tan natural, la posibilidad de dar vida. Algo único si, aunque confieso, no siempre me siento bien.
Soy mujer y soy un abrazo.
Soy un abrazo sin igual. Soy el refugio de muchos. Soy un cariño que solo una mujer puede dar. Y si, un cariño que aún tengo que aprender a saber recibir y aceptar. Soy un amor infinito. Soy un abrazo cálido, reparador, y ese abrazo que llega al alma.
Soy mujer y soy una tormenta.
Soy la fuerza de la marea. Soy el viento huracanado. Soy esa que lucha. Soy la que pelea. Soy la que no se deja vencer. Porque soy mujer y vine a dejar huella. A demostrar que inclusión significa que vamos hacia adelante; cada persona desde su trinchera se va uniendo para llegar más lejos, más fuertes. Para llegar mejor. Soy una fuerza imparable.
Hoy 8 de marzo, celebro que soy mujer.
Celebro la familia que tengo. Porque esa misma familia me ha enseñado a salir adelante con la frente en alto; y que no hay prejuicios suficientes para detener mi camino.
Celebro a todas las mujeres que me inspiran.
Celebro la lucha, celebro la unión, y celebro aún con todo lo difícil que este reto que el ser mujer implica. Y si… a veces incluso tengo miedo de ser mujer, pero el miedo no es suficiente. El miedo no nos detiene.
Celebro también a todas las personas que forman parte del recorrido, promoviendo la inclusión y equidad. Porque esto es de todxs para todxs. Es un esfuerzo de cada día, no solo un 8 de marzo.