Durante las fechas decembrinas de pronto todos intentamos redimirnos de alguna forma, y cambiar nuestras conductas siendo más solidarios, ayudando a los más necesitados, regalando sin esperar algo a cambio, donando, etcétera, etcétera…
No lo hagas.
No intentes ser una buena persona por un día o únicamente durante el mes de diciembre. Repito: No lo hagas.
Sé una buena persona (intentemos serlo) pero durante todo el año, con todos aquellos con quienes convives, no sólo con aquél que podría ser el más necesitado.
No te preocupes por ser el ciudadano ejemplar con fotografías. Si alguien no te ve mientras ayudas a un compañero del trabajo, no porque los demás no lo vieron, o no se enteraron, no por ello significa que no lo hayas hecho.
Ser solidarios no siempre te pondrá en el reflector, pero significa mucho en cuanto al impacto de una comunidad.
Normalmente planeamos nuestras celebraciones, viajes y cómo vamos a festejar… pero hay personas que por alguna razón a la que yo no tengo respuestas, no podrán celebrarlo, no podrán estar con sus seres queridos.
Por algún motivo hay quienes dejan este mundo en tiempos inesperados, de formas que pueden ser devastadoras, e indudablemente, dejando atrás algunos corazones rotos. Por esta misma razón, no seamos tan “buenas personas” únicamente en diciembre, seamos así todo el año, intentando hacer ese gesto de amabilidad día a día. Reuniéndonos en algunas ocasiones con aquellos que están presentes y disfrutándolos en vida.
Claro que esto trae consigo todo tipo de situaciones, pero la tolerancia y la paciencia pueden ayudar mucho, sin mencionar la empatía e intentar comprender la situación de otros.
Lamentablemente hay personas a quienes no pude abrazar durante esta navidad, pero este es el ciclo de la vida, esta es la incertidumbre del recorrido; por eso mismo, tenemos que vivir el presente y no dar por sentado nada ni a nadie.
Hace poco conocí a una chica a quien ahora considero mi amiga y una gran persona, junto a su familia, compran bolsas de galletas y las llevan en sus autos “por si acaso”. Así cuando ven a alguien por las calles que carezca de alimento, (o un sencillo gesto de amabilidad) ellos les ofrecen y comparten esas galletas. Esto lo hacen durante cada día, cada vez que ven a alguien en esa situación. Así de simple, así de solidario.
No lo comparto para que lo hagas, pero sí para dar un sencillo ejemplo de pequeños actos en un día común, que no implican un gran esfuerzo económico o de tiempos, pero sí de solidaridad.
Ser bueno con el empleado de la tienda, decirle gracias al mesero en el restaurante, sonreír en la fila, eso es ser una persona con educación, y además de ser un gesto de amabilidad, es 100% gratis.
No esperemos hasta el mes de diciembre para tomarnos un momento para ayudar a otros. Si, definitivamente puede ser más significativo por las fiestas decembrinas y los sentimientos que puede evocar, pero con pequeños gestos podemos hacer una diferencia en cualquier día y no sólo en una fecha determinada.
A pocos días de cerrar este 2017, esa puede ser una meta fácil a corto, mediano y largo plazo, que de poco a poco impactará en lo personal, así como en la vida de otros.
El reto es, ser una buena persona… no sólo por estas fechas, sino… todos los días.