El 24 de marzo fue mi cumpleaños. Lo celebré viajando y conociendo otro lugar. Visité a una gran amiga en la Ciudad de México. Se llama Graciela y aunque su familia y seres cercanos la conocemos por otro apodo, a veces, también me gusta decirle Grace.
Tenemos poco tiempo de conocernos, aunque parecería como si fueran años. Compartimos una genuina amistad. Congeniamos en muchos temas y diferimos en unos pocos. Lo importante es que siempre podemos seguir en contacto y apoyarnos, reírnos y sobretodo vivir el momento, dejando que todo fluya.
Con la última frase del párrafo anterior definiría este viaje fugaz. Lleno de momentos de risa y lindas fotos, con otra vista de la gran ciudad, anécdotas para recordar y nuevas personas con quien espero seguir creando más historias.
Todos quisiéramos estar viajando siempre y vivir de vacaciones, sin embargo, la rutina diaria, obligaciones y trabajo, demandan otro ritmo. Aunque creo que por eso mismo se disfruta tanto el momento de descanso. Cuando uno se desconecta plenamente.
Por fortuna pude darme una escapadita con mi amiga y turistear por ahí. Lo disfruté mucho, caminando por Coyoacán, visitando algunos puntos icónicos como Bellas Artes y el centro de la ciudad, Chapultepec, museos y claro, comiendo y probando algunos de los platillos típicos.
Hay tantos lugares por visitar que los itinerarios de viaje no siempre se cumplen. Es una gran ciudad con mucho de todo y tiene su encanto. Confieso que el plan es volver y darle continuación a más anécdotas, tanto planeadas como las inesperadas.
Definitivamente celebré mi cumpleaños feliz. Con una sonrisa que no necesita explicaciones. Festejando con más ganas esa oportunidad de seguir creciendo, trabajando por mí y puliendo con detalle mis proyectos y metas.
Doy gracias por tantas oportunidades. Por las personas que me rodean, por las que vienen y van, por las de antes, las de hoy y las del mañana. Te agradezco a ti que me lees.
Aprecio ese momento en el que puedo reconocer mis errores y encontrar sabiduría, fuerza y paciencia para no cometerlos de nuevo. Intento seguir enfocada sin perder mi centro y saber escuchar. Para poder compartir experiencias por mucho más tiempo.
Recibo mis 25 años con todo. Con más tranquilidad y más energía. Porque me falta mucho por concretar, por vivir, aprender y claro… más por escribir.
Gracias por acompañarme en este blog, en este espacio de letras, vivencias y emociones. Como siempre, solo queda seguir adelante. ¡A darle!
Alma mística que eres amiga, Grace: por recibirme, por la confianza y atenciones tuyas, de tu familia, tu hermano, roomies y amigos. ¡Gracias!