No podemos controlar nuestro futuro, aunque si podemos trabajar para definir un destino y planificarlo. Estando siempre atentos a las variables y todo aquello que pueda alterar en gran o poca medida nuestro plan inicial… Pero, yo insisto en que no podemos controlar nuestro futuro al 100%, porque no todo ese porcentaje dependerá exclusivamente de ti. 

Y como no podemos controlarlo, más vale vivirlo. Vivir el presente como llega, como decida manifestarse. Dándonos la oportunidad ante retos, logros y aprendizajes. Incluyendo aquí, todas las coincidencias en el camino… Dándoles la bienvenida, disfrutando, compartiendo, discutiendo, superando, o sí tiene que suceder, dejando el pasado atrás y continuar.

Los momentos de aprendizaje ーcasi nuncaー llegan de forma cordial y sencilla. A veces vienen con momentos de estrés, esfuerzo, o tristezas, o incertidumbre. Pero reconozco que en este mes, en mi caso, se han presentado buenos momentos, con gran compañía, con una sonrisa cautivadora, con música desde Salsa hasta clásica, contemporánea o tropical, con mucho apoyo y con distintas oportunidades.

Casi termina Septiembre, pero mi reto personal es seguir disfrutando mi presente y al mismo tiempo trabajar la paciencia y la tolerancia. Seguir creyendo en mis decisiones, en mi persona y en lo que soy capaz. Reconociendo aquello que no sé, pero que seguro preguntando podré aprender.

Estas palabras son para recordarme que la vida da vueltas y no te pregunta si estás listo para ello. Sube y baja y de pronto se mantiene como una ola sutil en la madrugada… y como vaya o venga… cualquiera que sea el caso, hay que disfrutarla.

Aún hay mucho por decir, pero prefiero terminar esta reflexión sonriendo en domingo, como dice la canción de la talentosa Tania Libertad: “Gracias a la vida que me ha dado tanto”.