Me dijo “Y fue muy amable” como si ser amable fuera algo extraño y escaso. La realidad es que sí lo es. Eso es triste, ¿no lo creen?

Es extraño como nos acostumbramos a recibir un mal trato, a ser considerados diferentes por el simple hecho de que nuestra apariencia no es similar a la de otros. Ya sea, un corte de cabello, los zapatos, colores, bueno… hay una infinidad de motivos por los cuáles algunos deciden juzgar y señalar. Pero, si sabemos que eso no es correcto, ¿por qué lo hacemos? Por qué dañar o involucrarnos en el modo de vida de otros.

Vivimos en una época de tecnología, avances desenfrenados en cualquier aspecto, en una era supuesta de libertad. Pero cuál es el costo de esa libertad… Para mí, es como si viviera en una época de vuelta a los años 50, cuando podían arrestarte por el color de tu piel, o porque consideraban que la mujer no tenía voz ni voto…

La sociedad es heterogénea naturalmente. Eso es un tanto obvio, ¿cómo es posible si quiera, considerar que todos debemos ser iguales, en el pensamiento, actuar, en ideologías…? La tolerancia de la pluralidad es la clave para vivir en paz. Sería iluso pensar que todas las personas pueden llevarse bien. En mi opinión, no se trata de ser mejores amigos, pero sí de tolerar, y lo más importante, respetar la decisión de cada individuo.

Cabe aclarar, que respetar no significa decir que lo respetas o entiendes y después continuar la frase con un “pero” para ofender, dañar o criticar indirectamente a otros. No digo que yo sea una gran persona, seguro me he equivocado, he hablado o dicho algunas cosas, que reconozco no estuvieron bien. Pero el objetivo no es detenerse ahí, la finalidad en esta vida es seguir aprendiendo, crecer de forma intra e interpersonalmente.

Son lamentables los hechos que han sucedido en estos días. Es una triste realidad, comenzar el día como cualquier otro, ver o escuchar las noticias, y enterarse de acontecimientos trágicos que tuvieron como finalidad dañar a otros en su totalidad.

No deberíamos vivir vigilando lo que el otro hace, criticando a quién ama, cómo viste, qué predica o en qué piensa. ¿Quién tiene la razón?… Pienso que tiene la razón aquél que vive una vida plena, que disfruta su vida sin buscar dañar a otros.

Nadie quiere sentirse desprotegido, o con miedo de salir por la probabilidad de salir lastimado porque va tomado de la mano de otra persona… Quizá muchos siguen fomentando el odio, pero confío…espero… y por eso escribo hoy, porque quiero compartir que pienso diferente, y sé que hay más personas así. Porque todos compartimos este mundo, porque todos queremos vivir y disfrutar nuestros días. Porque usamos la palabra libertad, por eso, pensemos antes de hablar y sobre todo antes de actuar.

Año 2016… Por qué retroceder en la historia, deshumanizando nuestra actualidad, en vez de avanzar y crecer, tolerar y respetar, entender y aceptar…